Proyecto en Uruguay recompensa el reciclaje con monedas virtuales sin blockchain

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En Uruguay, un proyecto busca generar un sistema económico que tenga impacto ambiental. Se trata de Plasticoin, un emprendimiento que gestiona centros de acopio para el reciclaje de plástico, en el cual las personas que recolecten residuos de este material son recompensados con una moneda virtual del mismo nombre.
Inicialmente, el proyecto se limita a la localidad de Piriápolis, en el departamento de Maldonado. Allí, los ciudadanos que colecten desechos plásticos podrán canjearlos por plasticoins y usarlos en comercios afiliados al programa. Esta iniciativa cuenta con apoyo de la Agencia Nacional de Desarrollo de Uruguay (ANDE).
Para el sistema de recompensas, el proyecto divide en tres categorías los residuos que pueden ser recolectados y entregados en los diversos centros de acopio. La primera categoría es la de residuos recolectados en domicilios, la segunda es la de aquellos desechos recogidos en playas de la localidad. La tercera es más específica. También se refiere a lo recolectado en balnearios, pero se refiere a microplásticos.
Cada una de estas categorías tiene distintos valores por cada kilo de residuos. La primera será recompensada con 100 plasticoins por kilogramo. La segunda tendrá un valor de 200 unidades de la moneda virtual, mientras que el kilo de microplásticos equivale a 400 plasticoins.
A través del sitio web de Plasticoin, se puede ver que al menos 15 comercios se han sumado a la red para aceptar plasticoins a cambio de sus productos o servicios, además de ofrecer descuentos y promociones con el uso de la moneda virtual.
Hasta ahora, la oferta es principalmente de sitios de comida. Sin embargo, entre los comercios afiliados hay una barbería, una marca de bolsos con materiales reciclados o clases de yoga y surf.

Es una moneda virtual, no una criptomoneda

Mientras la creación o uso de criptomonedas para iniciativas benéficas o recompensas cobra fuerza, este proyecto se decantó por una moneda virtual centralizada y sin blockchain, por ahora.
Dado que ninguna de sus fuentes oficiales de información, web o redes sociales, hacía referencia al uso de alguna cadena de bloques para la emisión de plasticoins y la ejecución de sus transacciones, CriptoNoticias contactó al equipo de Plasticoin a través de su cuenta en Facebook. Al  respecto, indicaron que el proyecto está ideado para utilizar una blockchain más adelantea fin de dar trazabilidad a los movimientos. Pero, actualmente solo es un valor de cambio que tiene un soporte digital.
El uso de este tipo de monedas no es novedoso. Por ejemplo, es una herramienta con amplia adopción en videojuegos, en los cuales se utilizan monedas virtuales para comprar mejoras, herramientas y otras características dentro de esos juegos.
Esta práctica vio en Venezuela un caso particular, cuando al inicio del fenómeno hiperinflacionario los usuarios encontraron en el oro virtual del popular juego en línea World of Warcraft mayor valor que el bolívar, la moneda local. Este hecho llevó a venezolanos a preferir dedicarse a juegos en línea con monedas virtuales que pudieran vender por unos pocos dólares, en lugar de mantener un trabajo fijo pagado en bolívares, así como muchos otros buscaron un refugio en bitcoin.
Sin embargo, tal como ocurre con las criptomonedas, estos activos digitales también han captado la atención de personas con intenciones de estafa o lavado de dinero.

Recompensas, criptomonedas y blockchains

Iniciativas como esta, que otorgan recompensas por acciones a ciudadanos, ya ha se han presentado en la región. De hecho, en Argentina, país que limita con Uruguay, dos localidades han implementado sistemas como este, aunque en ambos casos sí se utilizan criptomonedas.
En el caso de la provincia Misiones, el proyecto establece recompensas a través del Proyecto Colmena, enfocado en la gestión de residuos urbanos. Por su parte, en la provincia Marcos Paz se lanzó en 2019 el Activo Marcos Paz (MMP). Aunque este proyecto no se limita a iniciativas de reciclaje, sí cuenta esta práctica entre sus acciones ciudadanas a recompensar.
Otra iniciativa nacida en Argentina es Ecodocta. A través de este programa, creado por la Universidad Católica de Córdoba, los ciudadanos pueden recibir recompensas con la criptomoneda Docta, que corre en la blockchain de NEM, por depositar envases reciclables en unas máquinas dispuestas por el programa.

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