Estrategias para el pequeño criptoinversor

Estrategias para el pequeño criptoinversor


Es perfectamente posible convertirse en un gran inversor siendo pequeño. El secreto no yace en el tamaño, sino en el crecimiento. No necesitamos empezar con grandes capitales para ser grandes inversores en cripto. Es más un asunto de técnica y carácter que de otra cosa. El truco es ser proactivos, constantes y pacientes. Hay que empezar. Con un dólar o un millón. Pero hay que empezar. Cero no es un buen número y hay que salir de cero. Ese es el primer paso. ¿Cuánto necesito para empezar? ¿Sí valdrá la pena con tan poco? Tenemos que dar el paso inicial. Sin embargo, nuestra estrategia debe ser la adecuada desde el principio. Podemos comenzar pequeño y lento, pero es fundamental hacerlo con la actitud y la estrategia de los campeones desde el día uno. ¿Cómo ser una mente maestra de Bitcoin desde ya? 
Lo peor que le puede pasar a una persona es llegar a creer que no puede invertir porque no tiene dinero. Ese es el primer obstáculo que debemos derrumbar. Podría parecer extraño, pero invertir no es un asunto de dinero. Bueno, no es un asunto de dinero solamente. Jeff Bezos, Bill Gates y Warren Buffett no nacieron en cuna de oro. Ellos están entre los hombres más ricos del mundo y los tres comenzaron prácticamente de cero. En algún punto de sus vidas fueron pequeños inversores. Pero crecieron. Entonces, lo importante no es nuestro punto de partida. Lo más importante es nuestra capacidad de crecimiento. El objetivo es crecer, crecer en porcentaje. Sobre todo, el objetivo es crecer en el largo plazo. Es una carrera de fondo y debemos abordarla como tal. Eso quiere decir que la paciencia es más importante que la velocidad.
Entonces tenemos varios puntos a considerar: La actitud, la paciencia y la técnica. Esos tres puntos los podríamos llamar la estrategia. Warren Buffett, por ejemplo, comenzó temprano y desde el principio sabía lo que quería. Lo primero que hizo fue invertir en él mismo. Desde muy joven se convirtió en un lector voraz y se dedicó a estudiar a fondo el mundo de las finanzas. Entendió que él era su activo más valioso y la mejor inversión de todas era su educación. Compró su primera acción bursátil cuando era todavía un niño con el dinero que obtuvo en trabajos a medio tiempo. Hoy, más de 70 años después, es uno de los hombres más ricos del mundo y uno de los inversores más exitosos de la historia. Todo es el resultado directo de su enfoque, paciencia y constancia. Según él mismo cuenta, para ser un buen inversor no necesitamos ser el más inteligente del cuarto. O, por lo menos, no necesariamente. La clave es tener carácter. 
Sí, necesitamos fortaleza emocional para soportar los vaivenes del mercado y poder nadar en las malas y en las buenas por igual. Necesitamos carácter para no caer víctimas del pánico en una crisis y víctimas de la codicia en un momento de euforia. Debemos tener la mente clara para realizar valoraciones objetivas y no dejarnos llevar por las pasiones del momento ni por la histeria colectiva. En otras palabras, debemos actuar como las aves acuáticas. Si observamos a las aves acuáticas, digamos a los patos o a los cisnes, podemos ver que se desplazan sobre el agua con mucha gracia y serenidad. Es más, se mueven como por arte de magia. Sin embargo, eso es porque estamos viendo desde la superficie. Su calma es sorprendente, pero no podemos confundir esa calma aparente con pasividad. Porque si vemos por debajo del agua, en claro contraste, sus patas están moviéndose como las aspas de un submarino. Eso es el carácter. Serenidad en acción. 

Ahora hablemos un poco del factor tiempo. Muchos de nosotros sabemos de la magia del interés compuesto. ¿Qué es realmente? Es pura belleza matemática. Este fenómeno se explica normalmente contando el cuento del rey y el inventor del ajedrez. Como premio por su ingenioso invento, el rey quiso darle al inventor del ajedrez un regalo de su elección. El inventor quiso granos de trigo. Pero la cantidad se calcularía de la siguiente manera: Se colocaría un grano de trigo en el primer casillero del tablero de ajedrez, dos en el segundo, cuatro en el siguiente, y así sucesivamente hasta alcanzar todos los casilleros del tablero. El rey accedió, pero luego se dio cuenta que para cumplir con esa solicitud todo su reino no sería suficiente. Aquí estamos ante el crecimiento exponencial. Cualquier cantidad, por muy pequeña que sea, es potencialmente infinita si la sometemos a crecer exponencialmente por un tiempo prolongado. 
Para invertir en Bitcoin lo primero que debemos hacer es ajustarnos el cinturón. Es decir, debemos gastar menos para poder invertir más. De una manera u otra, tenemos que reestructurar nuestras finanzas para que nuestros gastos sean menores a nuestros ingresos y podamos obtener algo de capital. Esto lo podemos hacer si nos sometemos a cierta disciplina y dejamos de despilfarrar nuestro dinero en tonterías. ¿Realmente necesitamos comer en la calle tantas veces? ¿En realidad, necesitas esa nueva lámpara? ¿En serio, necesitas siempre tener el último aparato de moda? Revisa tus finanzas y comienza a recortar gastos como loco. Seguramente, podemos ser más austeros. No es cuestión de ser un miserable. Es cuestión de ser organizado. Con organización, seguramente podríamos obtener algo de capital. 
Ahora bien, después de largas y profundas reformas y ajustes, supongamos que solo obtuvimos 10 dólares semanales. Bueno, esto es lo que tenemos y con esto podemos empezar. Lo importante no es el monto. Lo importante es crecer. ¿Recuerdan? Créalo o no, pero, para nuestros propósitos, 10 dólares semanales es suficiente para crecer. Salimos de cero y eso es importante. Luego, estamos cultivando la actitud y la paciencia que necesitamos para ser un inversor de los grandes. Y esos 10 dólares pueden ser una fortuna, si recordamos la magia del crecimiento exponencial en el tiempo. ¿Sabías que quien compró 10 dólares en Bitcoin hace 10 años atrás hoy es un millonario? Bueno, nunca subestimemos el poder de 10 dólares combinados con la actitud correcta y la paciencia necesaria. 
Existen muchas técnicas para invertir en Bitcoin. Para este artículo en particular comentaré una: Dollar cost averaging en inglés o el promedio de costos en dólares en español. Esta técnica, a mi parecer, es ideal para inversores pequeños invirtiendo en activos de alta volatilidad como Bitcoin. La estrategia es sumamente sencilla. ¿De qué se trata? Bueno, tomemos nuestros 10 dólares semanales de capital y compremos Bitcoin automáticamente, todo o la mitad. No importa el precio del día. Lo único que nos debe preocupar es comprar el mismo monto todas las semanas. El precio de Bitcoin sube y baja. Y nosotros estamos comprando a diferentes precios. Siempre compramos y nunca vendemos. Una semana, dos semanas, tres semanas, un mes, un año, cinco años y seguimos comprando. Si Bitcoin baja, compramos barato. Si Bitcoin sube, compramos caro pero los activos que compramos antes toman fuerza. Estamos creciendo. 
Con esta técnica, siempre es día de fiesta. Recordemos que estos 10 dólares no los teníamos antes porque los despilfarrábamos en alguna tontería sin importancia. Sin embargo, ahora estos 10 dólares nos sacaron de cero y oficialmente ya somos criptoinversores. Luego, estamos invirtiendo con una técnica que rara vez genera pérdidas a largo plazo. No estamos adivinando el mercado. Pero sí estamos apostando que el futuro será mejor que el pasado en el largo plazo. Estamos arriesgando poco, pero podemos ganar mucho debido a la magia del crecimiento exponencial en el tiempo. Estamos creciendo. Técnicamente, todavía somos pequeños, pero eso es solo en apariencia. Porque estamos invirtiendo como los titanes. Tarde o temprano, seremos gigantes. 

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